Mithli es la primera revista gay on line de Maruecos y del mundo árabe. Nacida a principios de abril, esta revista, signo de un cambio de mentalidad en Marruecos, se presenta como la voz de la comunidad gay del país. Impresa en un apartamento de Rabat en la más absoluta clandestinidad, representa una bocanada de oxígeno para una comunidad gay que continúa siendo discriminada y criminalizada. La legislación marroquí sanciona la homosexualidad y condena a todo aquél que cometa un acto homosexual con prisión de seis meses a tres años y multa.
La revista ha sido lanzada por el joven Samir Bergachi, que no se limita a vivir su homosexualidad a cara descubierta en un país donde se considera un delito, sino que es también coordinador de la asociación Kif kif para la defensa de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, con base en España.
La asociación fue creada tras una ola de arrestos dirigida contra varios homosexuales en la ciudad de Tetuán, al norte de Marruecos y sobre la que guardaron silencio las asociaciones de defensa de los derechos humanos. Desde entonces esta ONG trata de trabajar en Marruecos dentro de la legalidad para defender los derechos de la comunidad gay.
Kif kif sabe perfectamente que el camino está sembrado de espinas y de barreras difíciles de cruzar y por el momento no quiere una confrontación con el Estado. Pero más allá de la cuestión de la autorización, hay un obstáculo de envergadura que le costará mucho superar. Kif kif es consciente de que el enemigo real de la homosexualidad no es la ley sino las mentalidades inmovilistas: “Nuestro enemigo no es el régimen ni el Estado, sino sencillamente los prejuicios “ en una sociedad conservadora, explica Bergachi con cierta desesperación.
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