Según la ONG Survival International, la construcción de la megapresa Gibe III en el río Omo pondrá en peligro a unas 200.000 personas de ocho pueblos indígenas, cuyo sistema de riego de cultivos se basa en la inundación natural.
La culminación de la construcción de la presa hidroeléctrica más grande del país –que ya se ha completado en un 40%– reduciría el caudal del río y alteraría las inundaciones estacionales. Por eso hoy, Día Mundial del Agua, las organizaciones de derechos humanos y medioambientales firmantes harán entrega de una petición de cese de la construcción en las embajadas de Etiopía en Estados Unidos, Francia, Alemania, Bélgica, Reino Unido e Italia.
La campaña mundial “Stop Gibe 3” ha conseguido, por el momento, la firma del documento por parte de casi 16.000 individuos y organizaciones de todo el mundo. Según Survival, las empresas constructoras afirmaron el año pasado que su propósito es que los indígenas cambien su sistema de riego y se adapten a “formas de agricultura más modernas”.
Además, informa la ONG, el gobierno ha concedido 180.000 hectáreas del valle del Omo, donde viven los nyangatom, los karo y los mursi, para inversión agrícola. Ni el Banco Europeo de Inversiones ni el Banco Africano para el Desarrollo han financiado el proyecto. Algunas entidades que sí lo han hecho son los bancos chinos ICBC y EXIM, la constructora italiana Salini Costruttori y el proveedor de materiales estadounidense Harsco.
Fuente: Mundo negro digital
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